domingo, 2 de diciembre de 2012

Space (Parte 2)




Después de varias caídas y choques algo involuntarios llegamos al comedor donde casi todos se encontraban desayunando ya. Había varias mesas dispuestas para todos, cada quien se sentaba con quien mejor se llevaba aunque en la nave casi todo el mundo se llevaba bien. Casi.
Mike ya estaba en la mesa donde solíamos sentarnos Ethan y yo, estaba recostada a un lado de esta, en cuanto me acerque a la mesa se levanto y fue hacia mí con alegría, como siempre solía recibirme a cualquier lugar que llegaba, lamio mi mano que era la señal de que tenía hambre, le sonreí y me dirigí junto con Ethan a la barra donde estaba dispuesta la comida.
Tome dos platos, uno lo llene con todas los tipos de carne que había en la barra, era el plato de Mike claro mientras que para mi tome un poco de pasta y algo de pollo, o al menos eso creía que era, no sabía a ciencia cierta de donde salía la comida pero estaba segura que lo que comía no era pollo de verdad, pero en fin sabia a pollo y para mí eso bastaba. Ethan tomo un poco de todo, desde ensalada hasta un tipo de salsa de aspecto sospechoso, yo dudaba que eso fuera comida, pero a Ethan parecía gustarle. Termino de servir su plato y dio un paso atrás para esperarme, le dedique una sonrisa.

-adelántate, veré si consigo un poco mas de carne para Mike- me miro dudativo un momento, se encogió de hombros y se alejo con un “está bien”

Espere un poco a que se alejara, yo ya tenía los platos listos pero quería darle una sorpresa a Ethan, y aunque el comentario de Charles me había molestado no eran tan mala idea eso de comer pastel, al menos para conmemorar un momento especial  como este. Aunque no había pasteles como tal en la sección de postres había algo parecido a los panquecitos solo que eran cuadrados y triangulares, con algo parecido a chispas de chocolate, tenían un aspecto raro pero sabían bien. Tome tres de ellos y los escondí detrás de mi plato, quería ocultarlos hasta el final de la comida pero al dar el primer paso estos casi caen al suelo, ya que venían en una envoltura de plástico los tome y los oculte en mis bolsillos, esperando no abollarlos demasiado.
Finalmente llegue a la mesa, le tendí su plato a Mike quien comenzó a comer sin miramiento alguno, al parecer ya tenía hambre, Ethan también estaba comiendo ya, tome mi pequeño tenedor pero al ver la comida frente a mi sentí una especie de mareo, me quede mirando mi plato por unos segundos hasta que la voz del chico frente a mi me hizo reaccionar.

-¿todo en orden?- me miraba fijamente, preocupado, se notaba en su voz.
-por supuesto- le dedique una sonrisa para hacerlo mas creíble, pero la verdad era que la poca hambre que tenia se había esfumado, aun sentía nervios en la boca del estomago, aunque mentalmente me repetía que no había nada que temer dentro de mi sabia que algo malo estaba por suceder.

El resto del desayuno siguió sin mas, hablamos sobre el resto de los detalles de su nombramiento, sobre lo que había sucedido el día anterior y que haríamos después de terminar nuestra comida, mi plato había estado lleno hasta hacia un momento cuando, en un momento de distracción de Ethan, le había pasado mi plato a Mike, ella había acabado con la carne aunque había dejado los pocos vegetales que estaba servidos en el, Ethan pareció no darse cuenta de ello y si lo hizo no dijo ni hizo nada lo cual me alegro. El también había escuchado los rumores, rumores que no tenían origen aparente, simplemente habían aparecido como por arte de magia de un día para otro, todo mundo los había escuchado pero nadie hablaba acerca de ello. Me gustaba pensar que el rumor era como el fantasma del ático, todo mundo sabía de él y donde estaba pero nadie conocía su origen y preferían evitar el tema.

-atención- se escucho por la serie de altavoces de la nave –se convoca a una junta general de carácter obligatorio- ese simple y sencillo anuncio basto para vaciar el comedor en menos de dos minutos.

Como un rio de gente nos dirigimos hasta el salón principal, una sala de juntas dispuesta en forma circular, donde los cinco primeros al mando tomaban lugar en el centro de la sala mientras los demás tomábamos un lugar alrededor de ellos. No era de extrañarse que tuviéramos una junta general el día de hoy, después de todo era viernes, se hacia un recuento de lo acontecido en la semana, lo cual era tedioso y aburrido y se decidía el curso que se seguiría para la semana siguiente, simplemente era una planeación de lo íbamos a hacer y cómo íbamos a hacerlo.
La sala se lleno poco a poco, primero con todos los que veníamos del comedor, que éramos la mayoría, y luego con los rezagados o que se encontraban haciendo otra cosa. Una vez que la sala estuvo llena los cinco primeros entraron.
En una formación casi perfecta entraron por la puerta principal, hasta enfrente con el uniforme y esa expresión seria de siempre se encontraba el Capitán Farrell, o como yo solía llamarlo desde los cinco años tío Rob, a primera vista podía parecer una persona seria y determinada, lo cual no era cierto en su mayoría, cuando llegabas a conocerlo bien era juguetón y mas indeciso que un niño de preescolar. El y mi hermano eran la única familia que me quedaba, y Mike claro. Detrás de él entro mi hermano mayor, igualmente enfundado en su uniforme, había una placa en su pecho en color dorado, todos los cinco tenían una pero la de mi hermano me era mas especial ya que portaba mi apellido, Hogan resplandecía en el, incluso desde donde estaba sentada al final de la sala podía verlo. Al ultimo los tres restantes, la oficial de comunicaciones Bree Hahn con esa sonrisa de supermodelo que siempre tenía en el rostro, debías hacerla enojar enserio para borrar esa sonrisa de sus labios, yo nunca la había visto seria; el Jefe de navegación Joe le Barón, un chico unos años mayor que yo pero él había tenido la fortuna de tener un padre rico lo cual le había conseguido un buen puesto en la tripulación de la nave, no podía negar que era buen navegante ya que en todo el tiempo que llevábamos de viaje no habíamos tenido un solo incidente mayor, aunque por mi experiencia podía decir que no era mas que un hijo de papi; y luego el Teniente Trevor Connell, un hombre bastante mayor que se encargaba de manejar el timón de la nave, ese sería el puesto de Ethan dentro de algunos meses, el Teniente lo había hecho bien hasta ahora pero ya había llegado su tiempo de retirarse y dedicarse a su jardín o a coleccionar artículos antiguos, lo que fuera que lo hiciera feliz.
Por un segundo me imagine a Ethan en su lugar, saliendo como uno de los cinco primeros y tomando su lugar en la mesa central, supuse que sería un martirio para el portar el uniforme todo el día ya que él prefería su viejos jeans y sus playeras sencillas. Aunque no podía negar que se veía atractivo con su uniforme, la formalidad le sentaba bien.
Pronto los cinco tomaron sus respectivos asientos dando inicio a la asamblea con ello. Como lo esperaba el recuento de la semana fue tedioso, solo repetían lo que ya todos habíamos escuchado la semana pasada, tardarían un buen rato con aquella lista de deberes así que me agache un poco mas en mi asiento haciéndole una seña a Ethan para que hiciera lo mismo, así podríamos hablar sin que nadie se diera cuenta.

-¿era enserio lo de tu invitación?- pregunte bajando la voz lo mas posible pero segura de que el podría escucharme
-¿lo del cuarto de navegación? Claro que si- me aseguro con el mismo tono de voz que yo estaba utilizando –si eso te hace estar mas tranquila- añadió mientras me miraba.

Quise replicar a ese comentario pero sabía que sería en vano, el se había dado cuenta de mis nervios desde que me había visto en la ventana, Ethan podía leer perfectamente mis emociones y sentimientos con mirarme a los ojos, lo cual odiaba bastante, ya que con eso no podía mentirle mucho. Me removí en mi asiento y sentí un objeto extraño en mi bolsillo, introduje mi mano y sentí algo blando, eran los pastelillos de hacia un rato, los palpe un poco con la mano solo para comprobar que estaban deformes y aplastados. Hice una mueca con la boca pero al menos eso era mejor que nade.

-toma- dije con una media sonrisa mientras depositaba en su mano unos de los pastelillos –felicidades por tu ascenso-

El paseo la mirada entre el pastelito y yo, parecía algo sorprendido, lo cual me satisfizo al menos eso lo había hecho bien. Saque los otros dos panquecitos, le tendí uno a Mike, primero lo observo de manera extraña y luego termino comiéndolo, yo abrí el mí y le di un mordisco, fue en ese instante cuando Ethan se acerco y me beso en la mejilla, fue tan veloz como una estrella fugaz, pero me dejo realmente sorprendida, aun con el pan en la boca me gire para verlo, el solo me sonrió y comió su pan en un par de mordiscos.
Jamás, en todo el tiempo que habíamos estado juntos, en todo el tiempo que llevábamos en esta nave, en todas las horas juntos, nunca había mostrado una señal de afecto como esa. Lo más que había hecho era abrazarme y eso en contadas ocasiones, como hacia un rato, jamás lo había visto mostrar mas afecto a otra persona. Y ahora estaba aquí sentado junto a mí como si nada cuando acababa de besarme.
Después de unos segundos logre reaccionar, para terminar de morder aquel pan, era bastante dulce aunque ya no tan esponjoso como cuando lo había tomado, para mí esa mordida era mas que suficiente ya que aun sentía nauseas por los nervios, el resto lo envolví de nuevo y lo guarde en mi bolsillo.
La junta siguió su curso, una vez que la primera parte termino continuaron con la planeación de lo que se haría la siguiente semana. Me puse recta en mi asiento y atenta a lo que se hablaba en aquella mesa, Ethan también se mostro mas atento. Sentía curiosidad y quería calmar mis nervios, quería escuchar con mis propios oídos cual sería la trayectoria que seguiríamos y si esta representaba algún riesgo. Necesitaba saber que íbamos a estar bien.
Ya otras veces en el pasado habíamos estado en peligro, pero había sido distinto a esta vez, ya fuera porque eran situaciones sorpresa que requerían nuestra respuesta inmediata, en ese caso solíamos salir bien librados; o que de alguna forma ya preveíamos que tendríamos contratiempos y por esa razón estábamos preparados. Pero ahora toda la situación aun se mantenía en un rumor, palabras dichas entre todos pero sin un origen o bases para sustentarla, supuse que era por eso que nadie se lo tomaba muy enserio, entonces porque a mí me llegaba tanto ¿Por qué sentía que algo malo iba a suceder?

-si dirigen su atención a la proyección- comenzó Joe mientras un pequeño universo aparecía ante nuestros ojos, una esfera de luz, solo una proyección que salía desde el centro de la mesa y ocupaba el espacio hasta el techo –esta será la ruta que seguiremos esta semana- nuestra nave, o una proyección de ella, apareció y frente a esta una línea roja que trazaba el curso, fue ahí cuando la vi.

Lynx, una estrella igual de resplandeciente como alguna vez lo fue el sol, sabia su nombre pues algún día yo sería navegante, había estudiado todas las cartas de navegación que había encontrado, memorizado estrellas, constelaciones, planetas; prácticamente el universo entero estaba en mi mente. La estrella, o el holograma de esta, centelleaban frente a nuestros ojos prácticamente inmóvil, sin detalle alarmante aparente, solo era una estrella más del universo. Lo alarmante era la ruta que seguiríamos, aquella línea roja que la trazaba pasaba extremadamente cerca del campo gravitacional de la estrella, ese era el riesgo del que todos hablaban.
Podíamos quedar atrapado por la gravedad de la estrella, nos jalaría hacia ella sin nada que pudiéramos hacer, seguramente antes de tocar su superficie ya la nave se habría calcinado. Podíamos morir.

-se que ha habido rumores- continuo Joe y entonces toda la sala quedo en completo silencio des pues de lo que fue un respiración de sorpresa al unisonó, aunque no sé por qué nos sorprendía si era obvio –si, los escuche- señalo él con voz fuerte ante nuestra reacción –y he de aclararles que es poco probable que seamos atraídos por la gravedad de la estrella- agrando el holograma enfocándose en la estrella y en la ruta –es cierto que nos acercamos mas de lo que normalmente lo hacemos, pero aún estamos lejos del campo de atracción y a menos que este se agrande por arte de magia no hay riesgo alguno- vimos la simulación de la nave al pasar cerca de Lynx, todo parecía normal, exacto como él lo había dicho –además, podremos disfrutar de una vista fantástica- añadió de ultimo con una sonrisa, el holograma desapareció y la sesión siguió su curso.
-mentira, no ha tomado en cuenta las variables- dijo Ethan con voz baja pero seria, gire mi cabeza un poco para verlo, tenia los brazos cruzados y su expresión ya no era de felicidad.
-¿a qué te refieres?- quise saber de que hablaba pues yo no había notado ninguna falla en la ruta, ya hasta comenzaba a sentirme mas tranquila.
-dijo que podía agrandarse mágicamente, quiere decir que puede pasar pero él no sabe cuándo- se notaba pensativo y preparado, como si ya supiera qué discurso nos daría Joe –el campo de tracción puede agrandarse cuando menos lo esperemos y entonces…- su voz se apago en esa última palabra.
-estaremos muertos- termine su frase, mientras los nervios aparecían de nuevo en mí, como un gusanito en mi estomago que se retorcía en busca de algo –entonces lo está dejando a la suerte- reflexione ya sin poner atención al resto de la junta -¿Por qué arriesgarnos de esa manera?-
-tenemos que llegar lo antes posible a la estación internacional Aldebarán- dijo mientras se giraba para mirarme a los ojos, note su preocupación y me sentí extrañada, sabía que algo estaba pasando y él lo ocultaba, de inmediato noto mi mirada y una media sonrisa se dibujo en su rostro –no se te escapa nada- dejo de verme pero aun hablaba conmigo –uno de los motores principales está fallando y los de emergencia no cuentan con la suficiente energía, si el motor llegara a fallar quedaríamos a la deriva en el espacio y eso sería aun mas peligroso-
-sin el motor no tendríamos energía, no habría comunicación y tendríamos el oxigeno contado- reflexione para mí misma, en ese caso claro que prefería pasar al lado de una estrella en lugar de morir a la deriva -¿y por qué no nos dicen nada?-
-no tiene sentido- apunto él, parecía que quería gritárselo al mundo pero al mismo tiempo sentía que debía guardar el secreto –solo alteraríamos a todos y no podríamos hacer nada de todos modos- me miro y sonrió –sabes que te lo cuento porque confió en ti-
-lo sé- suspire y me hundí de nuevo en mi asiento –pero odio que mi hermano y mi tío me guarden secretos de ese tipo- farfulle algo molesta -¿Cómo te enteraste?-
-me lo contaron hace un rato, cuando me dieron la credencial, dijeron que necesitaban mas apoyo para seguir con lo que tenían planeado- se encogió de hombros, como si el hecho de que podíamos morir no representara gran cosa.

Tuve que darle la razón, podía imaginarme a todo el mundo ansioso y algo loco, si se enteraban que corríamos el riesgo de quedar a la deriva esta nave se volvería un completo caos. Aunque también me dolía un poco que mi tío no me lo hubiera comentado antes, de mi hermano lo esperaba, él siempre estaba guardándome secretos, pero mi tío siempre me contaba todo; al menos eso creía yo.

-entonces… ¿nosotros probaremos las variables?- pregunte cuando recordé que me llevaría al cuarto de navegación.
-exacto- sonrió hacia mi –necesito a alguien que sepa cómo utilizar todas esas computadoras- levanto el pulgar hacia mí, señal de que ahora éramos cómplices, yo hice lo mismo pero no me sentía emocionada, aunque en cierta forma debería de estarlo, por primera vez en mi vida podía entrar al cuarto de navegación pero esos nervios, esa sensación de que podíamos morir, no me dejaba tranquila ni un segundo.

La sesión estaba por terminar, sabíamos la ruta, las tareas, los mensajes que recibiríamos, ya todos estábamos informados de lo que sucedería la próxima semana, bueno… no todos sabían lo que sucedía pero ese era un tema aparte.

-Solo un último aviso- resonó la voz del capitán, mi tío Rob –quiero presentarles al  nuevo timonel de la nave Ethan Holden- lo rebusco entre los asientos, Ethan se levanto de su asiento a mi lado y adopto una postura solemne –hoy comienzan sus seis meses de prueba, tenemos altas expectativas de él y creo que no tengo que recordarle que siga esforzándose- después de esa presentación una seria de aplausos resonó en la sala, yo incluida con ellos.

Finalmente la junta llego a su fin y todos volvieron a sus actividades normales. Ethan, Mike y yo caminábamos por los pasillos de la nave esperando a que todos se dispersaran, lo que sucedió rápido; nos acercamos al acceso a los niveles principales.

-espera… ¿y si nos descubren?- lo detuve tomándolo por el brazo, el ya estaba delante la puerta de acceso y sacaba su credencial para abrirla –nos meteremos en problemas-
-nadie nos vera- soltó mi agarre y me tomo de la mano, Mike le gruño ante su acción –no hay nadie en los niveles principales, excepto Trevor, el resto fue a revisar el motor dañado- me sonrió, supuse que para darme confianza paro no funciono, era su primer día como Timonel y yo no quería arruinarlo metiéndolo en problemas.

El deslizo la tarjeta por el panel de control que se encontraba a un lado de la puerta, digito una serie de números que no me moleste en recordar y la puerta se abrió de par en par, el aun sostenía mi mano y me guio por el pasillo, Mike nos seguía de cerca alerta como siempre. Recorrimos un largo pasillo circular, estaba cubierto de paneles extraños pero una vez que pase cerca de ellos me di cuenta de que en cada panel estaba escrito un nombre,  cada uno de los miembros de la tripulación, quise buscar mi nombre pero Ethan seguía tirando de mí y pronto llegamos al final del pasillo. Había varios pasillos mas al final y todos lucían iguales, estaba segura que de haber venido sola me hubiera perdido fácilmente, Ethan doblo a la izquierda  y yo con él, Mike aun detrás de nosotros pero la notaba mas alerta de lo normal, supuse que era por el hecho de que, como yo, jamás había estado en los niveles principales.
Después de recorrer un par de pasillos mas él se detuvo en una puerta idéntica a la demás solo que en la placa que colgaba en lo alto de esta se leía “Cuarto de navegación”, una pequeña sonrisa apareció en mis labios después de tanto tiempo soñando con conocer este lugar finalmente iba a ocurrir. Ethan deslizo su tarjeta de nuevo por el panel de seguridad y la puerta se abrió.
Entramos a la cámara, era como entrar en una esfera gigante, había un pasillo por todo el borde, en las paredes cóncavas podías encontrar cientos de botones y palancas de todos los tamaños, colores y formas que te pudieras imaginar, había una bahía que terminaba justo en lo que sería el centro de la esfera gigante, ahora todo el sistema se encontraba apagado y por eso estaba oscuro y daba una sensación lúgubre al entrar. Los tres entramos y la puerta se cerró detrás de nosotros.

-Raito o on'nisuru- susurre a Mike, sus pequeños pasos resonaron en el pasillo metálico y luego las luces se encendieron a nuestro alrededor -U~erudan- la felicite mientras la veía volver
-recuérdame ¿Por qué le hablas a Mike en japonés?- pregunto extrañado Ethan mientras comenzaba a recorrer el perímetro observando los botones en la pared
-por que fue criada en Japon, es el único idioma que verdaderamente entiende- Mike llego hasta mí y yo acaricie su cabeza, era el único gesto que necesitaba para saber que había hecho las cosas bien.

Camine hacia el lado contrario de Ethan, buscando el panel principal de control, unos metros mas allá lo encontré, encendí la computadora y active mi clave de voz, después regrese a la entrada y camine sobre la bahía hasta llegar al centro. Toda mi vida, o casi toda, me había entrenado para esto, para manipular la computadora, trazar rutas, visualizar el universo y tenerlo prácticamente al alcance de mi mano. Ahora si estaba un poco emocionada.

-Mika tegami- ella hizo algo parecido a un asentimiento, recorrió el perímetro hasta encontrar las cartas de navegación y las trajo hasta mi, luego retrocedió y se sentó a un lado de la entrada.
-¿hay algo que Mike no pueda hacer?- pregunto en tono irónico Ethan, se había sentado en el borde del pasillo, no era que la caída fuera peligrosa o my alta pero me preocupaba verlo ahí.
-claro, ella aun no puede arrancarte la cabeza- dije riendo, Mike gruño hacia Ethan y el simplemente sonrió. 

Extendí una de las cartas de navegación en el piso –computadora, posición actual de la nave- alce un poco mi voz, para que la computadora detectara los mandos de voz estos debían ser fuertes y claros, yo casi tenía que gritar para que reconociera mis mandos, me dije que cuando fuera navegante reconfiguraría los códigos para poder hablar normalmente.

-Posición actual- la voz de la computadora era suave, como de una chica, pero aun podías notar que venia de una maquina

Un holograma se extendió a mi alrededor, como el que había aparecido en el centro de la mesa durante la junta hacia un rato, solo que este ocupaba el espacio completo de la habitación y yo me encontraba justo en el centro del holograma. Una pequeña replica de la nave apareció junto a mí, era tan curioso verla tan de cerca y tan pequeña, como el juguete de un niño.

-computadora, muestra la próxima ruta a seguir- la nave se hizo aun mas pequeña y una línea punteada y roja comenzó a aparecer trazando un sendero casi recto hasta la Estación Aldebarán -¿Cuánto tardaremos en llegar?- le pregunte a Ethan
-cinco días si todo sigue según lo planeado- me informo él, se veía algo sorprendido con lo que sus ojos vislumbraban, seguro era la primera vez que el veía un holograma tan de cerca.
-computadora, acercamiento, sector 9314 estrella Lynx- el holograma se movió a mi alrededor hasta que la estrella quedo frente a mí, aun sabiendo que era un holograma no me atrevía a estirar la mano para tocar aquella estrella, se veía tan real que tenía una sensación de calor poco normal –computadora, simulación, seguimiento de ruta- unos segundos después la pequeña nave se movió por el espacio hasta pasar cerca de la estrella, no pude notar alguna anormalidad o señal de peligro, igual que hacia un rato todo se veía seguro.
-¿Cuáles serian nuestras variables?- pregunto Ethan, estaba totalmente atento a la simulación.
-creí que tu las sabias- reí por lo bajo mientras me inclinaba para revisar las cartas –no lo sé- suspire ya un poco mas seria –el motor podía fallar, la computadora central podría apagarse por la radiación, un meteorito podría golpearnos- me gire para verlo un poco, se veía confundido –las posibilidades son infinitas-me puse de pie de nuevo –pero… simularemos las mas probables-

Estuvimos un buen rato en la cámara de navegación, él me daba opciones de que podría suceder, yo revisaba las cartas e historiales, corríamos la simulación pero en todos los casos que se nos ocurrieron nunca estuvimos en peligro total, Ethan y yo ya estábamos algo cansados incluso Mike estaba recostada junto a la puerta, ella se veía aburrida, la mire un rato y luego regrese mi atención a Ethan.

-esto no nos lleva a ningún lado- estaba estresada pero también relajada ya que no corríamos peligro alguno, estaríamos a salvo.
-no, no, yo… yo sé que hay algo mas- él daba vueltas de un lado a otro claro signo de que también estaba estresado y un poco arto de este asunto –se que hay algo que aun no hemos probado-
-Ethan, ya lo probamos todo y fuera de que el motor falle no pasara absolutamente nada… a menos que el universo explote en ese momento- estaba comenzando a preocuparme, llevábamos un buen rato aquí, alguien pronto se daría cuenta de que no estábamos haciendo nuestros deberes –tenemos que irnos antes de meternos en problemas- comencé a caminar hacia la salida
-no, espera… que habías dicho al principio, sobre la computadora central- me gire para verlo, yo ya estaba convencida de que estaríamos bien pero al parecer él aun tenía una idea en la cabeza, se veía presionado, como si tratara de recobrar algún recuerdo vago en su mente.
-que podía apagarse por la radiación de la estrella- respondí a su pregunte con cansancio
-pero eso no nos afecta por que las ondas no son tan fuertes ¿cierto?- yo solo asentí una vez –nuestro sol… tenia periodos de explosiones solares donde la radiación aumentaba…-
-y afectaba directamente a la tierra- entonces comprendí su idea, regrese al centro de la bahía –computadora, simulación, tormenta solar de Lynx- la nave se acerco lentamente hacia la estrella mientras la actividad comenzaba a aumentar en ella, esperaba ver que la nave se quedara inmóvil y que la computadora marcara un error en la cabina principal pero en vez de eso la nave comenzó a acercarse mas y mas a la estrella, quedo atrapada en el campo de gravedad y cayo poco a poco hasta que se incendio por completo
-error destrucción total de la nave- repetía una y otra vez con la voz de la computadora, yo no podía creerlo solo veía la pequeña nave arder, Ethan no dijo nada mas, incluso Mike se puso tensa corrió hasta mi y restregó su rostro contra mi pierna, yo la acaricie.
-esa es la variable- dijo Ethan después de un rato, su voz no denotaba ninguna emoción.
-¿y eso te hace feliz?- pregunte con tristeza, sabía que no estaba feliz pero no me gustaba que lo dijera como si fuera algo con tan poco importancia.
-claro que no… ¡por supuesto que no!- camino por el pasillo hasta la bahía, ignoro los gruñidos de Mike y me tomo de los hombros –pero ahora tenemos la variable, conocemos el posible riesgo, podemos decirle al capitán para que cambie la ruta y…-
-y entonces nos meteremos en problemas- lo interrumpí yo, tenía la cabeza dando vueltas pero si algo no quería era meter a Ethan en problemas –no podemos delatarnos de ese modo-
-no podemos dejar que la nave… que todos nosotros corramos un riesgo como este- señalo la simulación frente a nosotros –estoy dispuesto a correr el riesgo- me soltó y comenzó a caminar a la salida
-¡no!- le tome la mano y lo detuve –debe haber otra forma… no dejare que te arruines la vida- me sentía triste, no por el hecho de que tal vez fuéramos a morir, si no porque él estaba dispuesto a dejar de lado toda su carrera para advertir sobre un riesgo que probablemente ni siquiera ocurriría.
-si morimos de nada habrá servido todo esto- me miro a los ojos, no sé que vio en ellos pero suspiro y se paso la mano por el cabello -¿tienes algo en mente?- le sonreí y aun tomando su mano lo lleve fuera de aquella habitación.

Salir de los niveles principales fue mucho mas complicado que entrar, los cinco se encontraban en la cabina principal que estaba muy cerca del túnel de entrada, tuvimos que ser muy cuidadosos y guardar silencio, se me hizo algo eterno salir sin ser descubiertos pero lo logramos, en cuanto estuvimos un paso fuera del túnel salimos corriendo en dirección a la enfermería. Ahí se encontraba  Rachel Morgan la Jefa medica de la nave, ella no era considerada una de las principales de la nave pero era la primera después de los cinco, por lo tanto tenía cierto poder para influir en las decisiones de ellos, esperaba que ella pudiera ayudarnos.

-¡¿Qué hicieron qué?!- pregunto algo alterada cuando terminamos de contarle nuestra pequeña aventura -¿se dan cuenta de lo grave que es?- Rachel era como la madre de todos, siempre preocupándose por el bien de la tripulación, siempre al pendiente de cada detalle, recordaba haber visitado la enfermería una vez por un dolor de estomago y ella me había tratado como si fuera su hija pequeña en persona, eso la hacía excelente en su trabajo.
-lo sabemos- afirme yo con la cabeza un poco baja –pero eso no es importante ahora-
-lo importante es informar al capitán sobre el posible riesgo- me secundo Ethan que, al igual que yo, lucia como un niño de cinco años siendo regañado por su madre
-¿y quieren que yo lo haga?- se señalo a sí misma con sorpresa, algo exagerada según lo veía yo –ustedes… ¿Qué se supone que les diga?- se levanto de su silla y comenzó a caminar de un lado a otro, pero a diferencia de Ethan, ella parecía hacerlo solo para pensar mejor la situación –que tuve una visión o que me conto un pajarito ¿Qué suena mas loco?-
-eres la única que puede hablar con ellos- puntualizo Ethan –tu puedes hacer que cambien de opinión- sonaba esperanzado, esperaba que eso funcionara
-no es tan fácil- se quito sus gafas, eran tan pequeñas y delgadas que pensé que las rompería al tocarlas, y se froto los ojos -¿están seguros de lo que vieron?- nos miro con confianza, al parecer ya la habíamos convencido.
-por supuesto- dije bastante animada –solo has que comprueben la simulación, que se aseguren de que no habrá una tormenta- le pedí casi de rodillas, literalmente, solo quería quitarme esos nervios que tenía desde la mañana
-ustedes…- paseo su mirada entre Ethan y yo, incluso miro a Mike con cariño, suspiro y se puso de nuevo sus gafas –de acuerdo, lo hare… pero, ni una palabra a nadie ¿entendido?- su voz era severa, una advertencia que iba enserio.

Los tres asentimos con una sonrisa, Rachel de levanto y camino a la puerta, se asomo un momento para comprobar que no hubiera nadie cerca.

-fuera de aquí, vallan a realizar sus tareas- caminamos a la salida, ella cerro al puerta y se fue por el pasillo, con esa bata blanca ondeando como una capa de superhéroe, o al menos a mi me pareció de esa forma.
-es como una heroína, una que nos salvara a todos- comento Ethan mientras le veía alejarse, ella dio vuelta en uno de los pasillos y despareció de nuestra vista.
-cierto- concorde y caminamos hacia el lado contrario, en dirección a las habitaciones, Mike iba adelante pero se detuvo un poco para llevar nuestro paso aunque de alguna manera se coloco en medio de los dos y no parecía tener intensiones de moverse.
-buena niña- resonó la voz de Charles por el pasillo, Mike se acerco a él y este le tendió la mano, le dio una dulce o algo parecido.
-ya te he dicho que no le des dulces, el azúcar la pone loca- la mire acusatoriamente, sabía que a ella tampoco le agradaba mucho Ethan pero jamás pensé que se “aliaria” con mi hermano ¿Qué tenían esos dos en contra de Ethan?
-¿una visita a la enfermería? ¿Acaso están heridos?- aunque su tono de voz era una mezcla entre burla y sarcasmo podía notar verdadera preocupación en sus ojos, era un lindo detalle pero no dejaba de ser un cretino por eso.
-una pequeña cortada, nada grave- respondió Ethan, tan sereno y tenso como solía estar con Charles cerca
-ya veo- me miro inquisitivo -¿no deberías estar estudiando o limpiando libros?- lo mire algo furiosa
-a eso iba- mi voz sonaba algo forzada, quería golpearlo, no sabía bien porque pero sabía que se lo merecía
-adelante entonces- se hizo a un lado y extendió la mano, como si me mostrara el camino, regrese mi vista a 

Ethan y comenzamos a caminar los dos –Ethan y yo… tenemos asuntos que atender- puso su mano frente a él, yo también me detuve pero Mike se acerco a mí y comenzó a jalar mi pantalón, tuve que seguirla, mire a Ethan una última vez antes de alejarme mas, el me dedico una sonrisa, algo como “tranquila” pero Charles también me miraba y sabía que estaba tramando algo.
Me gire y camine hasta el final del pasillo, gire a la derecha y mire a Mike algo acusadora, ella agacho la cabeza y lloriqueo bajo, suspire ya que no podía enojarme con ella, me arrodille y la abrace, luego le sonreí y acaricie su cabeza.

-Baka- sonreí –vamos, robemos una galletas de la cocina y escondámonos por ahí- Mika de inmediato se animo y me siguió.

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