Después de varias caídas y choques algo involuntarios
llegamos al comedor donde casi todos se encontraban desayunando ya. Había varias
mesas dispuestas para todos, cada quien se sentaba con quien mejor se llevaba
aunque en la nave casi todo el mundo se llevaba bien. Casi.
Mike ya estaba en la mesa donde solíamos sentarnos Ethan y
yo, estaba recostada a un lado de esta, en cuanto me acerque a la mesa se
levanto y fue hacia mí con alegría, como siempre solía recibirme a cualquier
lugar que llegaba, lamio mi mano que era la señal de que tenía hambre, le
sonreí y me dirigí junto con Ethan a la barra donde estaba dispuesta la comida.
Tome dos platos, uno lo llene con todas los tipos de carne
que había en la barra, era el plato de Mike claro mientras que para mi tome un
poco de pasta y algo de pollo, o al menos eso creía que era, no sabía a ciencia
cierta de donde salía la comida pero estaba segura que lo que comía no era
pollo de verdad, pero en fin sabia a pollo y para mí eso bastaba. Ethan tomo un
poco de todo, desde ensalada hasta un tipo de salsa de aspecto sospechoso, yo
dudaba que eso fuera comida, pero a Ethan parecía gustarle. Termino de servir
su plato y dio un paso atrás para esperarme, le dedique una sonrisa.
-adelántate, veré si consigo un poco mas de carne para Mike-
me miro dudativo un momento, se encogió de hombros y se alejo con un “está
bien”
Espere un poco a que se alejara, yo ya tenía los platos
listos pero quería darle una sorpresa a Ethan, y aunque el comentario de Charles
me había molestado no eran tan mala idea eso de comer pastel, al menos para
conmemorar un momento especial como
este. Aunque no había pasteles como tal en la sección de postres había algo
parecido a los panquecitos solo que eran cuadrados y triangulares, con algo
parecido a chispas de chocolate, tenían un aspecto raro pero sabían bien. Tome
tres de ellos y los escondí detrás de mi plato, quería ocultarlos hasta el
final de la comida pero al dar el primer paso estos casi caen al suelo, ya que
venían en una envoltura de plástico los tome y los oculte en mis bolsillos,
esperando no abollarlos demasiado.
Finalmente llegue a la mesa, le tendí su plato a Mike quien
comenzó a comer sin miramiento alguno, al parecer ya tenía hambre, Ethan
también estaba comiendo ya, tome mi pequeño tenedor pero al ver la comida
frente a mi sentí una especie de mareo, me quede mirando mi plato por unos
segundos hasta que la voz del chico frente a mi me hizo reaccionar.
-¿todo en orden?- me miraba fijamente, preocupado, se notaba
en su voz.
-por supuesto- le dedique una sonrisa para hacerlo mas creíble,
pero la verdad era que la poca hambre que tenia se había esfumado, aun sentía
nervios en la boca del estomago, aunque mentalmente me repetía que no había
nada que temer dentro de mi sabia que algo malo estaba por suceder.
El resto del desayuno siguió sin mas, hablamos sobre el
resto de los detalles de su nombramiento, sobre lo que había sucedido el día
anterior y que haríamos después de terminar nuestra comida, mi plato había estado
lleno hasta hacia un momento cuando, en un momento de distracción de Ethan, le había
pasado mi plato a Mike, ella había acabado con la carne aunque había dejado los
pocos vegetales que estaba servidos en el, Ethan pareció no darse cuenta de
ello y si lo hizo no dijo ni hizo nada lo cual me alegro. El también había
escuchado los rumores, rumores que no tenían origen aparente, simplemente
habían aparecido como por arte de magia de un día para otro, todo mundo los
había escuchado pero nadie hablaba acerca de ello. Me gustaba pensar que el
rumor era como el fantasma del ático, todo mundo sabía de él y donde estaba
pero nadie conocía su origen y preferían evitar el tema.
-atención- se escucho por la serie de altavoces de la nave
–se convoca a una junta general de carácter obligatorio- ese simple y sencillo
anuncio basto para vaciar el comedor en menos de dos minutos.
Como un rio de gente nos dirigimos hasta el salón principal,
una sala de juntas dispuesta en forma circular, donde los cinco primeros al
mando tomaban lugar en el centro de la sala mientras los demás tomábamos un
lugar alrededor de ellos. No era de extrañarse que tuviéramos una junta general
el día de hoy, después de todo era viernes, se hacia un recuento de lo
acontecido en la semana, lo cual era tedioso y aburrido y se decidía el curso
que se seguiría para la semana siguiente, simplemente era una planeación de lo
íbamos a hacer y cómo íbamos a hacerlo.
La sala se lleno poco a poco, primero con todos los que
veníamos del comedor, que éramos la mayoría, y luego con los rezagados o que se
encontraban haciendo otra cosa. Una vez que la sala estuvo llena los cinco
primeros entraron.
En una formación casi perfecta entraron por la puerta
principal, hasta enfrente con el uniforme y esa expresión seria de siempre se
encontraba el Capitán Farrell, o como yo solía llamarlo desde los cinco años tío
Rob, a primera vista podía parecer una persona seria y determinada, lo cual no
era cierto en su mayoría, cuando llegabas a conocerlo bien era juguetón y mas
indeciso que un niño de preescolar. El y mi hermano eran la única familia que
me quedaba, y Mike claro. Detrás de él entro mi hermano mayor, igualmente
enfundado en su uniforme, había una placa en su pecho en color dorado, todos
los cinco tenían una pero la de mi hermano me era mas especial ya que portaba
mi apellido, Hogan resplandecía en el, incluso desde donde estaba sentada al
final de la sala podía verlo. Al ultimo los tres restantes, la oficial de
comunicaciones Bree Hahn con esa sonrisa de supermodelo que siempre tenía en el
rostro, debías hacerla enojar enserio para borrar esa sonrisa de sus labios, yo
nunca la había visto seria; el Jefe de navegación Joe le Barón, un chico unos
años mayor que yo pero él había tenido la fortuna de tener un padre rico lo
cual le había conseguido un buen puesto en la tripulación de la nave, no podía
negar que era buen navegante ya que en todo el tiempo que llevábamos de viaje
no habíamos tenido un solo incidente mayor, aunque por mi experiencia podía
decir que no era mas que un hijo de papi; y luego el Teniente Trevor Connell,
un hombre bastante mayor que se encargaba de manejar el timón de la nave, ese sería
el puesto de Ethan dentro de algunos meses, el Teniente lo había hecho bien
hasta ahora pero ya había llegado su tiempo de retirarse y dedicarse a su
jardín o a coleccionar artículos antiguos, lo que fuera que lo hiciera feliz.
Por un segundo me imagine a Ethan en su lugar, saliendo como
uno de los cinco primeros y tomando su lugar en la mesa central, supuse que sería
un martirio para el portar el uniforme todo el día ya que él prefería su viejos
jeans y sus playeras sencillas. Aunque no podía negar que se veía atractivo con
su uniforme, la formalidad le sentaba bien.
Pronto los cinco tomaron sus respectivos asientos dando inicio
a la asamblea con ello. Como lo esperaba el recuento de la semana fue tedioso,
solo repetían lo que ya todos habíamos escuchado la semana pasada, tardarían un
buen rato con aquella lista de deberes así que me agache un poco mas en mi
asiento haciéndole una seña a Ethan para que hiciera lo mismo, así podríamos
hablar sin que nadie se diera cuenta.
-¿era enserio lo de tu invitación?- pregunte bajando la voz
lo mas posible pero segura de que el podría escucharme
-¿lo del cuarto de navegación? Claro que si- me aseguro con
el mismo tono de voz que yo estaba utilizando –si eso te hace estar mas
tranquila- añadió mientras me miraba.
Quise replicar a ese comentario pero sabía que sería en
vano, el se había dado cuenta de mis nervios desde que me había visto en la
ventana, Ethan podía leer perfectamente mis emociones y sentimientos con
mirarme a los ojos, lo cual odiaba bastante, ya que con eso no podía mentirle
mucho. Me removí en mi asiento y sentí un objeto extraño en mi bolsillo, introduje
mi mano y sentí algo blando, eran los pastelillos de hacia un rato, los palpe
un poco con la mano solo para comprobar que estaban deformes y aplastados. Hice
una mueca con la boca pero al menos eso era mejor que nade.
-toma- dije con una media sonrisa mientras depositaba en su
mano unos de los pastelillos –felicidades por tu ascenso-
El paseo la mirada entre el pastelito y yo, parecía algo
sorprendido, lo cual me satisfizo al menos eso lo había hecho bien. Saque los
otros dos panquecitos, le tendí uno a Mike, primero lo observo de manera
extraña y luego termino comiéndolo, yo abrí el mí y le di un mordisco, fue en
ese instante cuando Ethan se acerco y me beso en la mejilla, fue tan veloz como
una estrella fugaz, pero me dejo realmente sorprendida, aun con el pan en la
boca me gire para verlo, el solo me sonrió y comió su pan en un par de
mordiscos.
Jamás, en todo el tiempo que habíamos estado juntos, en todo
el tiempo que llevábamos en esta nave, en todas las horas juntos, nunca había
mostrado una señal de afecto como esa. Lo más que había hecho era abrazarme y
eso en contadas ocasiones, como hacia un rato, jamás lo había visto mostrar mas
afecto a otra persona. Y ahora estaba aquí sentado junto a mí como si nada
cuando acababa de besarme.
Después de unos segundos logre reaccionar, para terminar de
morder aquel pan, era bastante dulce aunque ya no tan esponjoso como cuando lo
había tomado, para mí esa mordida era mas que suficiente ya que aun sentía
nauseas por los nervios, el resto lo envolví de nuevo y lo guarde en mi
bolsillo.
La junta siguió su curso, una vez que la primera parte
termino continuaron con la planeación de lo que se haría la siguiente semana.
Me puse recta en mi asiento y atenta a lo que se hablaba en aquella mesa, Ethan
también se mostro mas atento. Sentía curiosidad y quería calmar mis nervios,
quería escuchar con mis propios oídos cual sería la trayectoria que seguiríamos
y si esta representaba algún riesgo. Necesitaba saber que íbamos a estar bien.
Ya otras veces en el pasado habíamos estado en peligro, pero
había sido distinto a esta vez, ya fuera porque eran situaciones sorpresa que
requerían nuestra respuesta inmediata, en ese caso solíamos salir bien
librados; o que de alguna forma ya preveíamos que tendríamos contratiempos y
por esa razón estábamos preparados. Pero ahora toda la situación aun se
mantenía en un rumor, palabras dichas entre todos pero sin un origen o bases
para sustentarla, supuse que era por eso que nadie se lo tomaba muy enserio,
entonces porque a mí me llegaba tanto ¿Por qué sentía que algo malo iba a
suceder?
-si dirigen su atención a la proyección- comenzó Joe
mientras un pequeño universo aparecía ante nuestros ojos, una esfera de luz,
solo una proyección que salía desde el centro de la mesa y ocupaba el espacio
hasta el techo –esta será la ruta que seguiremos esta semana- nuestra nave, o
una proyección de ella, apareció y frente a esta una línea roja que trazaba el
curso, fue ahí cuando la vi.
Lynx, una estrella igual de resplandeciente como alguna vez
lo fue el sol, sabia su nombre pues algún día yo sería navegante, había
estudiado todas las cartas de navegación que había encontrado, memorizado
estrellas, constelaciones, planetas; prácticamente el universo entero estaba en
mi mente. La estrella, o el holograma de esta, centelleaban frente a nuestros
ojos prácticamente inmóvil, sin detalle alarmante aparente, solo era una
estrella más del universo. Lo alarmante era la ruta que seguiríamos, aquella
línea roja que la trazaba pasaba extremadamente cerca del campo gravitacional
de la estrella, ese era el riesgo del que todos hablaban.
Podíamos quedar atrapado por la gravedad de la estrella, nos
jalaría hacia ella sin nada que pudiéramos hacer, seguramente antes de tocar su
superficie ya la nave se habría calcinado. Podíamos morir.
-se que ha habido rumores- continuo Joe y entonces toda la
sala quedo en completo silencio des pues de lo que fue un respiración de
sorpresa al unisonó, aunque no sé por qué nos sorprendía si era obvio –si, los
escuche- señalo él con voz fuerte ante nuestra reacción –y he de aclararles que
es poco probable que seamos atraídos por la gravedad de la estrella- agrando el
holograma enfocándose en la estrella y en la ruta –es cierto que nos acercamos
mas de lo que normalmente lo hacemos, pero aún estamos lejos del campo de
atracción y a menos que este se agrande por arte de magia no hay riesgo alguno-
vimos la simulación de la nave al pasar cerca de Lynx, todo parecía normal,
exacto como él lo había dicho –además, podremos disfrutar de una vista
fantástica- añadió de ultimo con una sonrisa, el holograma desapareció y la
sesión siguió su curso.
-mentira, no ha tomado en cuenta las variables- dijo Ethan
con voz baja pero seria, gire mi cabeza un poco para verlo, tenia los brazos
cruzados y su expresión ya no era de felicidad.
-¿a qué te refieres?- quise saber de que hablaba pues yo no
había notado ninguna falla en la ruta, ya hasta comenzaba a sentirme mas
tranquila.
-dijo que podía agrandarse mágicamente, quiere decir que
puede pasar pero él no sabe cuándo- se notaba pensativo y preparado, como si ya
supiera qué discurso nos daría Joe –el campo de tracción puede agrandarse
cuando menos lo esperemos y entonces…- su voz se apago en esa última palabra.
-estaremos muertos- termine su frase, mientras los nervios
aparecían de nuevo en mí, como un gusanito en mi estomago que se retorcía en
busca de algo –entonces lo está dejando a la suerte- reflexione ya sin poner atención
al resto de la junta -¿Por qué arriesgarnos de esa manera?-
-tenemos que llegar lo antes posible a la estación
internacional Aldebarán- dijo mientras se giraba para mirarme a los ojos, note
su preocupación y me sentí extrañada, sabía que algo estaba pasando y él lo
ocultaba, de inmediato noto mi mirada y una media sonrisa se dibujo en su
rostro –no se te escapa nada- dejo de verme pero aun hablaba conmigo –uno de
los motores principales está fallando y los de emergencia no cuentan con la
suficiente energía, si el motor llegara a fallar quedaríamos a la deriva en el
espacio y eso sería aun mas peligroso-
-sin el motor no tendríamos energía, no habría comunicación
y tendríamos el oxigeno contado- reflexione para mí misma, en ese caso claro
que prefería pasar al lado de una estrella en lugar de morir a la deriva -¿y
por qué no nos dicen nada?-
-no tiene sentido- apunto él, parecía que quería gritárselo
al mundo pero al mismo tiempo sentía que debía guardar el secreto –solo
alteraríamos a todos y no podríamos hacer nada de todos modos- me miro y sonrió
–sabes que te lo cuento porque confió en ti-
-lo sé- suspire y me hundí de nuevo en mi asiento –pero odio
que mi hermano y mi tío me guarden secretos de ese tipo- farfulle algo molesta
-¿Cómo te enteraste?-
-me lo contaron hace un rato, cuando me dieron la
credencial, dijeron que necesitaban mas apoyo para seguir con lo que tenían
planeado- se encogió de hombros, como si el hecho de que podíamos morir no
representara gran cosa.
Tuve que darle la razón, podía imaginarme a todo el mundo
ansioso y algo loco, si se enteraban que corríamos el riesgo de quedar a la
deriva esta nave se volvería un completo caos. Aunque también me dolía un poco
que mi tío no me lo hubiera comentado antes, de mi hermano lo esperaba, él
siempre estaba guardándome secretos, pero mi tío siempre me contaba todo; al
menos eso creía yo.
-entonces… ¿nosotros probaremos las variables?- pregunte
cuando recordé que me llevaría al cuarto de navegación.
-exacto- sonrió hacia mi –necesito a alguien que sepa cómo
utilizar todas esas computadoras- levanto el pulgar hacia mí, señal de que
ahora éramos cómplices, yo hice lo mismo pero no me sentía emocionada, aunque
en cierta forma debería de estarlo, por primera vez en mi vida podía entrar al
cuarto de navegación pero esos nervios, esa sensación de que podíamos morir, no
me dejaba tranquila ni un segundo.
La sesión estaba por terminar, sabíamos la ruta, las tareas,
los mensajes que recibiríamos, ya todos estábamos informados de lo que
sucedería la próxima semana, bueno… no todos sabían lo que sucedía pero ese era
un tema aparte.
-Solo un último aviso- resonó la voz del capitán, mi tío Rob
–quiero presentarles al nuevo timonel de
la nave Ethan Holden- lo rebusco entre los asientos, Ethan se levanto de su
asiento a mi lado y adopto una postura solemne –hoy comienzan sus seis meses de
prueba, tenemos altas expectativas de él y creo que no tengo que recordarle que
siga esforzándose- después de esa presentación una seria de aplausos resonó en
la sala, yo incluida con ellos.
Finalmente la junta llego a su fin y todos volvieron a sus
actividades normales. Ethan, Mike y yo caminábamos por los pasillos de la nave
esperando a que todos se dispersaran, lo que sucedió rápido; nos acercamos al
acceso a los niveles principales.
-espera… ¿y si nos descubren?- lo detuve tomándolo por el
brazo, el ya estaba delante la puerta de acceso y sacaba su credencial para
abrirla –nos meteremos en problemas-
-nadie nos vera- soltó mi agarre y me tomo de la mano, Mike
le gruño ante su acción –no hay nadie en los niveles principales, excepto
Trevor, el resto fue a revisar el motor dañado- me sonrió, supuse que para
darme confianza paro no funciono, era su primer día como Timonel y yo no quería
arruinarlo metiéndolo en problemas.
El deslizo la tarjeta por el panel de control que se encontraba
a un lado de la puerta, digito una serie de números que no me moleste en
recordar y la puerta se abrió de par en par, el aun sostenía mi mano y me guio
por el pasillo, Mike nos seguía de cerca alerta como siempre. Recorrimos un
largo pasillo circular, estaba cubierto de paneles extraños pero una vez que
pase cerca de ellos me di cuenta de que en cada panel estaba escrito un nombre,
cada uno de los miembros de la
tripulación, quise buscar mi nombre pero Ethan seguía tirando de mí y pronto
llegamos al final del pasillo. Había varios pasillos mas al final y todos lucían
iguales, estaba segura que de haber venido sola me hubiera perdido fácilmente,
Ethan doblo a la izquierda y yo con él, Mike
aun detrás de nosotros pero la notaba mas alerta de lo normal, supuse que era
por el hecho de que, como yo, jamás había estado en los niveles principales.
Después de recorrer un par de pasillos mas él se detuvo en
una puerta idéntica a la demás solo que en la placa que colgaba en lo alto de
esta se leía “Cuarto de navegación”, una pequeña sonrisa apareció en mis labios
después de tanto tiempo soñando con conocer este lugar finalmente iba a
ocurrir. Ethan deslizo su tarjeta de nuevo por el panel de seguridad y la
puerta se abrió.
Entramos a la cámara, era como entrar en una esfera gigante,
había un pasillo por todo el borde, en las paredes cóncavas podías encontrar
cientos de botones y palancas de todos los tamaños, colores y formas que te
pudieras imaginar, había una bahía que terminaba justo en lo que sería el
centro de la esfera gigante, ahora todo el sistema se encontraba apagado y por
eso estaba oscuro y daba una sensación lúgubre al entrar. Los tres entramos y
la puerta se cerró detrás de nosotros.
-Raito o on'nisuru- susurre a Mike, sus pequeños pasos
resonaron en el pasillo metálico y luego las luces se encendieron a nuestro
alrededor -U~erudan- la felicite mientras la veía volver
-recuérdame ¿Por qué le hablas a Mike en japonés?- pregunto
extrañado Ethan mientras comenzaba a recorrer el perímetro observando los
botones en la pared
-por que fue criada en Japon, es el único idioma que
verdaderamente entiende- Mike llego hasta mí y yo acaricie su cabeza, era el
único gesto que necesitaba para saber que había hecho las cosas bien.
Camine hacia el lado contrario de Ethan, buscando el panel
principal de control, unos metros mas allá lo encontré, encendí la computadora
y active mi clave de voz, después regrese a la entrada y camine sobre la bahía
hasta llegar al centro. Toda mi vida, o casi toda, me había entrenado para
esto, para manipular la computadora, trazar rutas, visualizar el universo y
tenerlo prácticamente al alcance de mi mano. Ahora si estaba un poco
emocionada.
-Mika tegami- ella hizo algo parecido a un asentimiento, recorrió
el perímetro hasta encontrar las cartas de navegación y las trajo hasta mi,
luego retrocedió y se sentó a un lado de la entrada.
-¿hay algo que Mike no pueda hacer?- pregunto en tono irónico
Ethan, se había sentado en el borde del pasillo, no era que la caída fuera
peligrosa o my alta pero me preocupaba verlo ahí.
-claro, ella aun no puede arrancarte la cabeza- dije riendo,
Mike gruño hacia Ethan y el simplemente sonrió.
Extendí una de las cartas de
navegación en el piso –computadora, posición actual de la nave- alce un poco mi
voz, para que la computadora detectara los mandos de voz estos debían ser
fuertes y claros, yo casi tenía que gritar para que reconociera mis mandos, me
dije que cuando fuera navegante reconfiguraría los códigos para poder hablar
normalmente.
-Posición actual- la voz de la computadora era suave, como
de una chica, pero aun podías notar que venia de una maquina
Un holograma se extendió a mi alrededor, como el que había
aparecido en el centro de la mesa durante la junta hacia un rato, solo que este
ocupaba el espacio completo de la habitación y yo me encontraba justo en el
centro del holograma. Una pequeña replica de la nave apareció junto a mí, era
tan curioso verla tan de cerca y tan pequeña, como el juguete de un niño.
-computadora, muestra la próxima ruta a seguir- la nave se
hizo aun mas pequeña y una línea punteada y roja comenzó a aparecer trazando un
sendero casi recto hasta la Estación Aldebarán -¿Cuánto tardaremos en llegar?-
le pregunte a Ethan
-cinco días si todo sigue según lo planeado- me informo él,
se veía algo sorprendido con lo que sus ojos vislumbraban, seguro era la
primera vez que el veía un holograma tan de cerca.
-computadora, acercamiento, sector 9314 estrella Lynx- el
holograma se movió a mi alrededor hasta que la estrella quedo frente a mí, aun
sabiendo que era un holograma no me atrevía a estirar la mano para tocar
aquella estrella, se veía tan real que tenía una sensación de calor poco normal
–computadora, simulación, seguimiento de ruta- unos segundos después la pequeña
nave se movió por el espacio hasta pasar cerca de la estrella, no pude notar
alguna anormalidad o señal de peligro, igual que hacia un rato todo se veía
seguro.
-¿Cuáles serian nuestras variables?- pregunto Ethan, estaba
totalmente atento a la simulación.
-creí que tu las sabias- reí por lo bajo mientras me
inclinaba para revisar las cartas –no lo sé- suspire ya un poco mas seria –el
motor podía fallar, la computadora central podría apagarse por la radiación, un
meteorito podría golpearnos- me gire para verlo un poco, se veía confundido
–las posibilidades son infinitas-me puse de pie de nuevo –pero… simularemos las
mas probables-
Estuvimos un buen rato en la cámara de navegación, él me
daba opciones de que podría suceder, yo revisaba las cartas e historiales, corríamos
la simulación pero en todos los casos que se nos ocurrieron nunca estuvimos en
peligro total, Ethan y yo ya estábamos algo cansados incluso Mike estaba
recostada junto a la puerta, ella se veía aburrida, la mire un rato y luego
regrese mi atención a Ethan.
-esto no nos lleva a ningún lado- estaba estresada pero
también relajada ya que no corríamos peligro alguno, estaríamos a salvo.
-no, no, yo… yo sé que hay algo mas- él daba vueltas de un
lado a otro claro signo de que también estaba estresado y un poco arto de este
asunto –se que hay algo que aun no hemos probado-
-Ethan, ya lo probamos todo y fuera de que el motor falle no
pasara absolutamente nada… a menos que el universo explote en ese momento-
estaba comenzando a preocuparme, llevábamos un buen rato aquí, alguien pronto
se daría cuenta de que no estábamos haciendo nuestros deberes –tenemos que
irnos antes de meternos en problemas- comencé a caminar hacia la salida
-no, espera… que habías dicho al principio, sobre la computadora
central- me gire para verlo, yo ya estaba convencida de que estaríamos bien
pero al parecer él aun tenía una idea en la cabeza, se veía presionado, como si
tratara de recobrar algún recuerdo vago en su mente.
-que podía apagarse por la radiación de la estrella- respondí
a su pregunte con cansancio
-pero eso no nos afecta por que las ondas no son tan fuertes
¿cierto?- yo solo asentí una vez –nuestro sol… tenia periodos de explosiones
solares donde la radiación aumentaba…-
-y afectaba directamente a la tierra- entonces comprendí su
idea, regrese al centro de la bahía –computadora, simulación, tormenta solar de
Lynx- la nave se acerco lentamente hacia la estrella mientras la actividad
comenzaba a aumentar en ella, esperaba ver que la nave se quedara inmóvil y que
la computadora marcara un error en la cabina principal pero en vez de eso la
nave comenzó a acercarse mas y mas a la estrella, quedo atrapada en el campo de
gravedad y cayo poco a poco hasta que se incendio por completo
-error destrucción total de la nave- repetía una y otra vez
con la voz de la computadora, yo no podía creerlo solo veía la pequeña nave
arder, Ethan no dijo nada mas, incluso Mike se puso tensa corrió hasta mi y
restregó su rostro contra mi pierna, yo la acaricie.
-esa es la variable- dijo Ethan después de un rato, su voz
no denotaba ninguna emoción.
-¿y eso te hace feliz?- pregunte con tristeza, sabía que no
estaba feliz pero no me gustaba que lo dijera como si fuera algo con tan poco
importancia.
-claro que no… ¡por supuesto que no!- camino por el pasillo
hasta la bahía, ignoro los gruñidos de Mike y me tomo de los hombros –pero
ahora tenemos la variable, conocemos el posible riesgo, podemos decirle al
capitán para que cambie la ruta y…-
-y entonces nos meteremos en problemas- lo interrumpí yo, tenía
la cabeza dando vueltas pero si algo no quería era meter a Ethan en problemas
–no podemos delatarnos de ese modo-
-no podemos dejar que la nave… que todos nosotros corramos
un riesgo como este- señalo la simulación frente a nosotros –estoy dispuesto a
correr el riesgo- me soltó y comenzó a caminar a la salida
-¡no!- le tome la mano y lo detuve –debe haber otra forma…
no dejare que te arruines la vida- me sentía triste, no por el hecho de que tal
vez fuéramos a morir, si no porque él estaba dispuesto a dejar de lado toda su
carrera para advertir sobre un riesgo que probablemente ni siquiera ocurriría.
-si morimos de nada habrá servido todo esto- me miro a los
ojos, no sé que vio en ellos pero suspiro y se paso la mano por el cabello
-¿tienes algo en mente?- le sonreí y aun tomando su mano lo lleve fuera de
aquella habitación.
Salir de los niveles principales fue mucho mas complicado
que entrar, los cinco se encontraban en la cabina principal que estaba muy
cerca del túnel de entrada, tuvimos que ser muy cuidadosos y guardar silencio,
se me hizo algo eterno salir sin ser descubiertos pero lo logramos, en cuanto
estuvimos un paso fuera del túnel salimos corriendo en dirección a la
enfermería. Ahí se encontraba Rachel
Morgan la Jefa medica de la nave, ella no era considerada una de las
principales de la nave pero era la primera después de los cinco, por lo tanto tenía
cierto poder para influir en las decisiones de ellos, esperaba que ella pudiera
ayudarnos.
-¡¿Qué hicieron qué?!- pregunto algo alterada cuando
terminamos de contarle nuestra pequeña aventura -¿se dan cuenta de lo grave que
es?- Rachel era como la madre de todos, siempre preocupándose por el bien de la
tripulación, siempre al pendiente de cada detalle, recordaba haber visitado la
enfermería una vez por un dolor de estomago y ella me había tratado como si
fuera su hija pequeña en persona, eso la hacía excelente en su trabajo.
-lo sabemos- afirme yo con la cabeza un poco baja –pero eso
no es importante ahora-
-lo importante es informar al capitán sobre el posible
riesgo- me secundo Ethan que, al igual que yo, lucia como un niño de cinco años
siendo regañado por su madre
-¿y quieren que yo lo haga?- se señalo a sí misma con
sorpresa, algo exagerada según lo veía yo –ustedes… ¿Qué se supone que les
diga?- se levanto de su silla y comenzó a caminar de un lado a otro, pero a
diferencia de Ethan, ella parecía hacerlo solo para pensar mejor la situación
–que tuve una visión o que me conto un pajarito ¿Qué suena mas loco?-
-eres la única que puede hablar con ellos- puntualizo Ethan
–tu puedes hacer que cambien de opinión- sonaba esperanzado, esperaba que eso
funcionara
-no es tan fácil- se quito sus gafas, eran tan pequeñas y
delgadas que pensé que las rompería al tocarlas, y se froto los ojos -¿están
seguros de lo que vieron?- nos miro con confianza, al parecer ya la habíamos
convencido.
-por supuesto- dije bastante animada –solo has que
comprueben la simulación, que se aseguren de que no habrá una tormenta- le pedí
casi de rodillas, literalmente, solo quería quitarme esos nervios que tenía
desde la mañana
-ustedes…- paseo su mirada entre Ethan y yo, incluso miro a Mike
con cariño, suspiro y se puso de nuevo sus gafas –de acuerdo, lo hare… pero, ni
una palabra a nadie ¿entendido?- su voz era severa, una advertencia que iba
enserio.
Los tres asentimos con una sonrisa, Rachel de levanto y
camino a la puerta, se asomo un momento para comprobar que no hubiera nadie
cerca.
-fuera de aquí, vallan a realizar sus tareas- caminamos a la
salida, ella cerro al puerta y se fue por el pasillo, con esa bata blanca
ondeando como una capa de superhéroe, o al menos a mi me pareció de esa forma.
-es como una heroína, una que nos salvara a todos- comento
Ethan mientras le veía alejarse, ella dio vuelta en uno de los pasillos y
despareció de nuestra vista.
-cierto- concorde y caminamos hacia el lado contrario, en
dirección a las habitaciones, Mike iba adelante pero se detuvo un poco para
llevar nuestro paso aunque de alguna manera se coloco en medio de los dos y no
parecía tener intensiones de moverse.
-buena niña- resonó la voz de Charles por el pasillo, Mike
se acerco a él y este le tendió la mano, le dio una dulce o algo parecido.
-ya te he dicho que no le des dulces, el azúcar la pone
loca- la mire acusatoriamente, sabía que a ella tampoco le agradaba mucho Ethan
pero jamás pensé que se “aliaria” con mi hermano ¿Qué tenían esos dos en contra
de Ethan?
-¿una visita a la enfermería? ¿Acaso están heridos?- aunque
su tono de voz era una mezcla entre burla y sarcasmo podía notar verdadera
preocupación en sus ojos, era un lindo detalle pero no dejaba de ser un cretino
por eso.
-una pequeña cortada, nada grave- respondió Ethan, tan
sereno y tenso como solía estar con Charles cerca
-ya veo- me miro inquisitivo -¿no deberías estar estudiando
o limpiando libros?- lo mire algo furiosa
-a eso iba- mi voz sonaba algo forzada, quería golpearlo, no
sabía bien porque pero sabía que se lo merecía
-adelante entonces- se hizo a un lado y extendió la mano,
como si me mostrara el camino, regrese mi vista a
Ethan y comenzamos a caminar
los dos –Ethan y yo… tenemos asuntos que atender- puso su mano frente a él, yo
también me detuve pero Mike se acerco a mí y comenzó a jalar mi pantalón, tuve
que seguirla, mire a Ethan una última vez antes de alejarme mas, el me dedico
una sonrisa, algo como “tranquila” pero Charles también me miraba y sabía que
estaba tramando algo.
Me gire y camine hasta el final del pasillo, gire a la
derecha y mire a Mike algo acusadora, ella agacho la cabeza y lloriqueo bajo,
suspire ya que no podía enojarme con ella, me arrodille y la abrace, luego le
sonreí y acaricie su cabeza.
-Baka- sonreí –vamos, robemos una galletas de la cocina y
escondámonos por ahí- Mika de inmediato se animo y me siguió.
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