sábado, 15 de septiembre de 2012

Angel 3: Una dificil decision



Una difícil decisión


Me sentía desorientada, no sabia en donde me encontraba, mire hacia todos lados y vi a la enfermera, estaba entrando en la habitación, se acerco a mi y hablo.


-¿Cómo te sientes?-

-bien-


Enserio, me sentía bastante bien, como si no hubiera pasado nada.


-¿te duele algo?-

-no-

-muy bien, pero no te dejare ir sola a casa-


A casa, seguro que Alice estaría molesta, no, seguro estaría preocupada por mi, siempre se preocupaba por mi, ¿que le diría? ¿Como le explicaría esto?, tal vez, debería mantenerlo en secreto, solo para que no se preocupara mas de lo necesario, la voz de la enfermera me saco de mis pensamientos.


-¿Dónde puedo localizar a tus pa...?-

-tutores-


Le interrumpí rápidamente, no me gustaba pensar en la idea de los padres.


-muy bien, ¿en donde puedo localizarlos?-


Busque en el bolsillo de mi chaqueta y saque mi teléfono celular, busque entre los contactos y localice el teléfono de Alice y se lo di a la enfermera, ella presiono el botón de marcado y salio de la habitación, eso estuvo bien, necesitaba un momento a solas, pero solo podía pensar en Carlos, en lo poco, muy poco que habíamos pasado y aun así sentía algo muy fuerte por el, no sabia bien que era pero sabia que no me iba a ser fácil dejarlo, pero no iba a dejarlo, ni loca lo haría, pero entonces, donde quedaría la advertencia de Sebastian, tendré que hablar con el, la enfermera entro de nuevo en el cuarto, me devolvió el teléfono y hablo.


-tú tutora esta afuera, ya viene-

-que bien-

-pero, ¿Qué le digo al muchacho de afuera?-


¿A quien? ¿Carlos estaba afuera? ¿Qué hace aquí todavía? ¿Cómo le digo que se valla? Entre en pánico total, no sabia que hacer, que decir, como reaccionar a eso, nunca me imagine que el estuviera afuera, ¿Qué hare ahora? Tome mi bolso, saque un papel y un bolígrafo y escribí una nota.


Lamento lo ocurrido, no era mi intención.

Pero te pido de la mejor manera que te vallas

Te veré mañana

Atte. Ángela



Doble la nota en cuatro y se la di a la enfermera, ella comprendió, salio del cuarto y enseguida regreso, se veía algo confundida, seguro que si, ¿Cómo se vería el al leer la nota? No quería ni imaginarlo.

Alice llego por mi, hablo un poco con la enfermera y luego nos dirigimos al auto, no sabia que le iba decir, eso no lo había planeado aun, esperare a que ella hable, pero no hablo, ni siquiera respiro en todo el camino a casa, habría pasado algo, tal vez era mi culpa, de hecho era así, esto era mi culpa, todo lo malo que pasaba en la vida de Alice era debido a mi, mi culpa comenzó a crecer y sin darme cuenta comenzó a decirlo en voz alta.


-Alice, lo siento, siento ser la culpable de todo lo malo que te sucede, siento el arruinar tu vida con mi presencia, lamento no ser la mejor persona del mundo y siento que tengas que sufrir esto conmigo, enserio lo siento-


No quise mirar su reacción, tan solo me quede en mi lugar con los ojos cerrados esperando a que confirmara todo lo que yo le había dicho, esperando a que me dijera lo que en verdad piensa de mí, pero me sorprendió su respuesta.



-Ángela, nada de eso es cierto, tu eres lo mejor que me a pasado en la vida, tu eres mi mayor logro en este mundo, el que te pusieran a mi cargo fue algo tan maravilloso, no tienes que disculparte por nada-


Wow, yo nunca me espere que pensara eso de mí, jamás lo hubiera creído, tengo que comportarme mejor con ella y con Víctor también. No tenía mucho de haber llegado a la tierra pero ellos siempre me habían demostrado su apoyo y su afecto por igual, mientras yo me mostraba fría y distante, nunca me había dado cuenta de que, al menos Alice, me quería de verdad.


Al llegar a casa le pedí permiso a Alice para que me dejara quedarme en mi habitación el resto de la tarde, ella dijo que si y enseguida subí a mi cuarto, cerré la puerta y me recosté en la cama, tenia muchas cosas en que pensar, en realidad solo era una, Carlos, ¿Qué voy a hacer ahora? Sabia que sentía algo especial por el, pero las advertencias no son algo que se toma a la ligera y menos cuando vienen de Sebastian, pero tengo que pensar en algo, no quiero separarme de Carlos, al menos no ahora, y hasta que decida hacerlo no me iba a alejar de el, tenia que pensar en algo, pero no ahora, el sueño se apoderaba de mi, y me deje llevar por el.


Al parecer el bosque seria el escenario de mis encuentros con Sebastian, pues estaba en el de nuevo, eso no me molestaba, al menos estaba en un lugar que me gustaba, aunque solo lo había visitado una vez, Sebastian apareció de pronto frente a mí.


-¿Qué tal tu día?-

-quiero hablar contigo seriamente-

-¿sobre que?-

-tú bien sabes bien sobre que-

-¿enserio?-

-¿Por qué me quieres lejos de Carlos?-

-pues por que el no te conviene-

-¿tu como sabes lo que me conviene?-

-intuición-

-esa no es una buena respuesta-

-y tu, ¿Por qué quieres estar cerca de el?-

-pues…. Siento algo especial por el-

-tu no puedes sentir nada por el-

-¿Por qué no?-

-no debes hacerlo-

-cual es tu problema, tan solo es un humano-

-exactamente ese es el problema-

-¿Qué? No te agradan los humanos-

-no, Ángela no puedes verlo, el no es un humano-

-¿de que hablas?-

-el no es un humano Ángela, debes alejarte de el, y si no lo haces tendré que utilizar mis propios métodos para mantenerte lejos-

-no puedes interponerte en mi vida-

-claro que puedo, y lo hare-


La oscuridad apareció otra vez y mi sueño se esfumo.


Abrí los ojos, pero no veía nada, solo la oscuridad, acaso seguía soñando, no, solo ya se había hecho de noche, me levante de la cama y encendí las luces de la habitación, ya no podría dormir, mi sueño se había esfumado, tengo que hacer algo para pasar el rato, pero que, me senté junto a la ventana, pensando en que podría hacer, pero un movimiento entre los arbustos llamo mi atención, abrí la ventana para poder ver mejor, los arbustos se movían y de entre ellos salio alguien, no podía distinguirlo, las sombras no me lo permitían, se acerco mas a la ventana y un rayo de luz ilumino su rostro, era Carlos, ¿Cómo llego aquí? ¿Cómo sabia donde vivía? Sus palabras me sacaron de mis pensamientos.


-hola Ángela-

-¿Qué estas haciendo aquí?-

-a mi tanbien me da gusto verte-

-lo siento, no era mi intención reaccionar así-

-descuida, ¿Cómo estas?-

-bien, gracias por lo de hace rato-

-no tienes que agradecerlo-

-es tarde, ¿Qué quieres?-

-no podía esperar hasta mañana- 


A que se refería con que no podía esperar hasta mañana, a claro, la nota.


-lamento eso-

-no tienes por que disculparte tan solo quiero hablar-

-¿ahora?-

-si tienes tiempo-


Claro que tenia tiempo, pero creo que fugarse por las noches entraba en la lista de las cosas que no debía hacer, pero por otro lado, necesitaba hablar con el, pero ¿sobre que?, sobre la advertencia de un ángel, sobre mi verdad, sobre un posible futuro, eso es totalmente ridículo, las cosas que quería hablar con el no debía hablarlas con el, que irónico era eso, pero y entonces, ahora que.


-no tengo tiempo, ¿podemos hablar mañana?-

-si tanto insistes-


Dio media vuelta y se adentro en el bosque, se perdió entre las sombras y no lo vi más.


Ya no poda dormir, baje a la cocina, me estaba muriendo de hambre, seguro que habría algo que comer en el refrigerador, abrí la puerta de este y saque un pedazo de pollo, lo puse en un plato y lo metí al microondas, unos cuantos segundos ahí estarían bien, estaba a punto de comer lo que recién había calentado cuando una sombra se adentro en la cocina, era Alice, se veía cansada y con sueño, probablemente la había despertado.


-lo siento, no era mi intención despertarte-

-descuida, ya estaba despierta-

-¿no podías dormir?-

-algo hace, yo estaba hablando con Sebastian-


Un nudo se formo en mi garganta, Sebastian había hablado con Alice, ¿de que? ¿Por qué? Acaso me habría acusado, pero ¿de que? Yo no había hecho nada malo, aun, pero por el rostro de Alice seguramente esto no acabaría bien.


-¿Qué es lo que te dijo?-

-Ángela, ¿recuerdas por que fuiste enviada aquí?-

Esa era una difícil pregunta, pero muy buena a la vez y ahora que lo pensaba, realmente, no recordaba por que había llegado a este lugar, eso era malo, yo debería recordar algo tan importante como eso, ¿Cómo pude haberlo olvidado? ¿Cómo no recordar el por que de mi castigo? Pero ella lo sabia y algo de eso resultaba importante, algo dentro me decía que hace era.


-no, no lo recuerdo-

-Ángela, hay muchas cosas que ya no recuerdas, cosas importantes que deberías saber, pero muchas de esas cosas no puedo decírtelas, no ahora-

-¿entonces cuando? Cuando ya lo halla arruinado todo-

-las cosas no funcionan asi, tú no lo arruinaras, lo único que cambiaria seria el tiempo que estuvieras aquí-

-¿Qué? Quieres decir que hay una forma de volver en menos tiempo, ¿es eso?-

-creo que no deberíamos seguir con esta conversación-

-¿ahora no quieres terminar lo que empezaste?-

-no, no es asi, pero este no es el momento-

-¿entonces cuando?-

-cuando sea necesario; y por cierto, ya no iras a la escuela-

-¿Qué? ¿Pero por que?-

-por que es lo mejor para todos-


Alice dio media vuelta y desapareció, pude escuchar como subía las escaleras y como entraba en su habitación, ¿que había sido todo eso? ¿Por que de repente todo había cambiado?, ¿por que de un momento a otro todo se había transformado? No lo entendía, no podía entender nada, todo era tan confuso, la cabeza me daba vueltas, pero entonces me concentre en algo que sabia que podía ser la respuesta a muchos de mis dilemas, ¿Por qué estoy aquí?

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